Hay mujeres llenas de amor y sabiduría que con una sola palabra pueden iluminarnos el corazón y que con su sola presencia pueden dar calma a nuestra vida. Llegan a mi mente La abuelita Margarita, La abuelita Ana Luisa Solís, Marion Woodman, entre tantas más. Todas ellas mujeres que han transformado sus historias en dones para ofrendar al mundo.
La mujer medicina era la sabia que en tiempos inmemoriales existía en cada tribu y era el oráculo vivo para toda su comunidad. Tenía visiones, sueños y el mensaje justo en el momento preciso.
La mujer medicina está muy cerca del arquetipo de la abuela sabia, esa mujer conocedora de todas las etapas vitales. La mujer que ha viajado a través de sí misma y a lo profundo de sí misma, la mujer que lleva gran experiencia de vida consigo y puede hacer de guía espiritual para las demás mujeres.
Por ello es que quiero hablarte del viaje que las mujeres realizamos para convertir nuestros dolores en medicina y que está vinculado al viaje de la heroína*. En este viaje atravesamos diferentes etapas a través de las cuales accedemos a nuevos niveles de consciencia, es decir, un nuevo entendimiento acerca de nuestras heridas y nosotras mismas.
– La mujer despierta es la primera parte de nuestro camino de transformación hacia la mujer medicina. Oímos el llamado a ir a lo profundo de nosotras mismas para hacernos cargo de nuestras heridas y reparar lo que pueda estar dañado, especialmente en nuestra niña interna. Necesitamos ir a nuestra herida original para que la sanación sea verdadera y actualicemos el registro del cuerpo.
– La mujer que duela es la que ha reconocido las partes heridas dentro de sí y ahora es cuando se siente lo suficientemente lúcida como para procesar las heridas que en el pasado no pudo. Para sanar hay que sentir y una vez que ya hemos iniciado el viaje a lo profundo no hay vuelta atrás, no podemos volver a ser la de antes. La inteligencia del camino mismo nos guía, mostrándonos la parte herida que estamos listas para tomar en el corazón. Esta etapa puede ser la más larga y difícil de todas, puesto que nos mantendrá el tiempo justo y necesario a los lugares internos que necesitan ser mirados con ojos de amor y esto requerirá toda nuestra dedicación y valentía.
– La mujer renace cuando la crisis llega a su fin. Luego de haber acudido al llamado de su despertar y haber curado las partes heridas de sí misma, la mujer está lista para dar a luz a su nueva versión portadora de dones y medicina para ser compartidos con el mundo. El renacer nos conduce a una nueva etapa vital. Las cosas se sienten muy diferentes a como las sentíamos antes.
– La mujer medicina transita la vida a paso lento y se siente profundamente comunicada con la existencia. En su espiritualidad radica su máximo poder. Ella es la manifestación máxima de amor en la Tierra. Se caracteriza por una entrega transparente y honesta en cada encuentro humano. Enraíza la coherencia en su vida interna, y desde ese lugar, inspira a su entorno con cada una de sus palabras y acciones.
El viaje de la heroína lo realizamos todas las mujeres y sea cual sea el punto en que te encuentres, ten fe de que llegarás a buen puerto.
Recuerda que estás sanando y que en el tiempo suficiente cada una de tus heridas se transformará en un nuevo don para compartir con el mundo. Cuando estés lista tu alma te susurrará cuál es el próximo pequeño paso. Solo intenta mantener un corazón que confía en que la existencia lo sostiene.
Te comparto estas palabras con inmenso amor.
Ximena.
*Si te interesa saber más sobre el viaje de la heroína te recomiendo leer Ser mujer un viaje heroico de Maureen Murdock.